sábado, 7 de septiembre de 2019


LEYENDAS ACERCA DE CEMENTERIOS

Los Compadres Lechuceros
En la ciudad de Piura i recogidas sobretodo de sus campiñas i serranías, está muy acendrada la creencia sobre apariciones, pactos con el diablo, entierro de tesoros i otras parapsicologías. Es así que se ha transmitido a través de generaciones i de boca en boca, algunas anécdotas que con los años se han convertido en verdaderas leyendas populares…

La que hoy nos toca, dícese de dos amigos tan amigos que cuando nacieron sus primeros hijos, que en verdad fueron hijas, se hicieron doblemente compadres, i que sus vidas transcurrían entre celebraciones donde el alcohol era siempre el principal insumo, lo que hacía un verdadero chinchin de copas.
Los días lunes era más que fiesta religiosa para ellos, i no pasaba ni uno sin que tomaran hasta altas horas de la noche. Era en Piura pues el famoso ‘lunes del zapatero’-

El cementerio San Teodoro está situado en la Avenida del mismo nombre, en el barrio norte de la ciudad, más conocido como la Mangachería i era para nuestros personajes de esta anécdota-leyenda paso obligado para el retorno a sus casas luego de todo un ‘día de copas’, es decir en completo estado de ebriedad.
Para esto tras el diluvio del niño del 72, una de las paredes del camposanto que colinda con el barrio de Pachitea, había cedido i derrumbado. A los compadres de marras pues no se les ocurrió mejor idea que todos los lunes, entrando por el derrumbe, cruzaban el cementerio para de esta manera ‘cortar camino’ tomando este irregular atajo.

Luego de trepar una pequeña tranca que habían colocado los empleados del San Teodoro, este par de borrachines aprovechando la oscuridad de la noche ganaban el cementerio. Torpemente caminando entre las tumbas de lo que se llamaba La Fosa Común, tumbas populares, que era para aquellos muertos cuyos familiares no tuvieron para pagar un nicho. Iban burlándose de todos ellos, para luego pasar por los pabellones de niños, que los había antaño, i por los mausoleos de algunas familias acomodadas i las de curas i religiosas de diferentes congregaciones. Se burlaban haciendo como que penaban el clásico ‘bbuuuuu’ acompañado de palabrotas i también trozos de canciones que cantaban disonantes i a todo gritar…. Es decir todo un escándalo.
Los empleados del cementerio les conocían pues también estos compadres eran futbolistas del club del barrio el Sport Escudero i pues no les denunciaban a la policía.... pero ya cansados de todos los lunes lo mismo deciden darles una buena lección a ver si dejaban de cruzar el cementerio pues no había para cuando levantar la pared caída.

Así pues, preparan la estrategia. Escondidos, uno dentro de un mausoleo bajo tierra i el otro tras de uno de los pabellones. Para esto se habían provisto de máscaras así como sabanas viejas a modo de mantos blancos. Todo estaba dispuesto.

Diez u once de la noche aparecen este par de hombres jóvenes mal educados con su misma travesía i mismas palabrotas. Espera no escuchas, dijo uno de ellos. Uy chucha que es esto, replica el otro. Debe ser el viento.. no, escucha!!. En eso se levanta una tapa i aparece a forma de muerto una mano i una capa. Del otro lado el otro empleado haciendo ruido les distrae corriendo como sombra en la oscuridad…. Los compadres completamente asustados emprenden veloz i zigzagueante carrera de obstáculos para querer ganar la puerta principal, distante unos 80 metros…. Finalmente, tras un par de rodadas por el suelo, llegan a la fachada principal que son armatostes de artísticos fierros entre cruzados, encontrando la puerta cerrada con candado. Como se dice ‘con el corazón en la mano’, no les quedó más que trepar para así ganar la calle… con tal mala suerte que uno de ellos queda enganchado de sus ropas en una de las puntas i no pudo llegar al suelo… el otro asustado como estaba intenta vanamente de ayudarle… para esto, ante el escándalo, uno de los vecinos de la Avenida San Teodoro había llamado a la policía, quienes al cabo de unos minutos aparecen en un patrullero, 
pudiendo liberar al compadrito de su cruel cautiverio…

Asustados i balbuceando incoherencias que los policías ni entendían, les conducen a la comisaría quedando detenidos hasta el día siguiente que les pasara la borrachera.
Por la mañana se procede a la calificación de los detenidos, pues los calabozos diariamente tienen visitantes de todo tono i color. Haber que pasen ‘los compadres lechuceros’, grita el mayor comisario, llamando a los amigos de Baco, i en alusión a estas aves nocturnas que también habitan los cementerios

Se dice que estos benditos compadres hasta hoy cuentan de estas apariciones de las que nunca supieron si eran alucinaciones de borrachera o verdaderas apariciones…. La cosa es que jamás repetirían tamaña malacrianza en tremenda latitud.


















La Leyenda de Paco Leo

Paco Leo es uno de esos clásicos piuranos de mucho verbo i bastante palangana sacador de pecho, pero sobre todo mucha siesta i descanso… de esos que hacen siesta hasta después del desayuno... de muchos amigos i grandes tertulias en las bancas de la Plaza de de Armas i Avenida Grau

Los mejores limones de su chacra, mangos i frutas, siempre hablando de inversiones i millones, pero nada en el bolsillo, así como muchos piuranos era Paco Leo.
Acostumbraba regresar a casa entrada la noche, i para esto tenía obligadamente pasar por el cementerio San Teodoro rumbo a Sta. Inés, urbanización donde vivía…

En una de esas noches oscuras i solitarias cree escuchar en el zumbido espectral, una voz que le llama Paco, Paaaaco, Paaaaaaaco. Nuestro personaje muy asustado emprendía las de Villadiego i cuando podía tomaba un taxi…. Esto se repitió por varios días, por lo que nuestro Paco, aconsejado por un amigo, ya que cómo no el hecho fuera contado con prolijidad con su respectiva aumentado i corregido al estilo de la Avenida, le aconsejaron hablar con un sacerdote.

Paco ve a su amigo el cura Gallo de la Catedral, i de otros gallineros también, quien le aconseja no tener miedo i enfrentar al llamado de ultratumba. De esta manera Paco se envalentona i reinicia su diario peregrinar, tomando la vereda lateral del cementerio, es decir Avenida Loreto….

Nuevamente cree escuchar el Paaaco, Paaaaaaco. Esta vez tomando valor se acerca a la pared perimétrica del camposanto, diciendo ‘quién eres, qué quieres hablar conmigo´´ tienes que entrar Paco, le dice una voz…. Paco pide de favor a los porteros para entrar a lo que acceden..
En efecto Paco se acerca i para su sorpresa era la tumba de su padre….. Papa tú me llamas, a lo que una voz grave responde ‘si Paco’ … qué quieres Papá…. Paco sé que tienes problemas,,,, si papá, contesta apremiado nuestro personaje…… Paco, quieres plata le pregunta la voz que Paco identifica como su padre…. Siiiiii Papi responde Paco, como que se había sacado la lotería… pero el ánima alcanza a contestarle….. ‘Trabaja pues so vago desgraciado’, recriminándole en tono molesto
Paco sale corriendo asustado que ni se despide de los guardianes

Ahora ya no se le ve a Paco cruzar el cementerio pues cambió de casa i solamente se le ve movilizar en taxi



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